martes, 21 de julio de 2009

Un Nuevo Post





Aquella tarde me encontraba ante la pantalla de mi PC, muy concentrado e interesado en una página especializada en finanzas y noticias internacionales, cuando de repente escuché una voz que me llamaba:

-¡Gerardo!

Alcé la vista, miré a todos lados, pero no ví a nadie. Nadie más se encontraba en casa en esos momentos y, por lo tanto, estaba yo solo. Regresé a mi página financiera.

-¡Hey, Gerardo!

Nuevamente no ví a nadie, aunque la voz me resultaba vagamente familiar… de hecho, y viéndolo bien, me resultaba bastante conocida. Sí. Se parecía mucho a … la mía.

-¡Pues claro que se parece a la tuya, güey, si yo soy tú!

-¿Cómo que eres yo? –pregunté, intrigado, mirando de reojo la cerveza que acababa de abrir… ¿tan rápido se me estaría subiendo a la cabeza? Tendría que revisar con cuidado los ingredientes de la que estaba hecha…

-Sí, yo soy tú… bueno, mejor dicho, soy tu voz interior.

-Ah, vaya, menos mal –comenté, aliviado, y le dí un buen trago a mi cerveza -, ¿y se puede saber qué quieres?

-Pues nada, que ya tienes mucho haciéndole al pendejo y no has escrito nada nuevo. Así que órale, es tiempo de hacer un nuevo post. Deja esa cerveza y ponte a chambear.

-Pero es que acabo de publicar el de “El Crimen Perfecto” hace pocos días, además de que en este momento estoy muy ocupado…

-¡Nada, nada! Otro día haces lo que estás haciendo. No vas a vivir toda tu vida de un relatito como el último, ¿verdad? ¡En la vida hay que seguir adelante, crear cosas nuevas!

-Qué fácil, como tú no tienes que escribir nada…- refunfuñé por lo bajo.

-¿Qué dices?

-Nada, hombre. Es que, aparte de que estoy ocupado, no se me ocurre nada interesante, nada digno de publicar…

-¡Uy, sí! ¡Quien te oiga pensaría que publicas puros textos nominados al Nobel de Literatura! Para las babosadas que escribes no hace falta pensar mucho.

-Bueno, tampoco, tampoco… -me defendí, un poco ofendido -. Está bien que lo mío no lo vayan a confundir nunca con Cervantes, Rulfo o García Márquez, pero mi trabajo me cuesta pensar en algo qué escribir. No necesitas ser tan duro.

-Ya, pues, no llores . Qué sentido me resultaste. Anda… escribe algo.

- Calma, estoy pensando, no me apresures…

- No tenemos todo el día. Y si le piensas demasiado, te va a dar un derrame cerebral, jejeje. El esforzarte más de un minuto puede ser demasiado para tus dos neuronas.

- En vez de burlarte deberías ayudarme… -le repliqué, mientras intentaba sacar una idea de los rincones más empolvados y llenos de telarañas de mi cerebro- . ¿Qué tal si…? ¡Sí! ¡Eso! Mira – y empecé a teclear -: “El viento soplaba furiosamente esa inusual fría noche de invierno. El sonido de las ramas de los árboles…”.

- No seas imbécil. ¿De cuál marca de cerveza estás tomando? Eso es lo que acabas de publicar hace unos días, ¿qué, ya no te acuerdas?

- Sí, ¿verdad? Ya me parecía que lo estaba redactando con mucha fluidez…pero entonces de plano no tengo ni idea de qué escribir… ¿se te ocurre algo?

- La verdad es que no… ¿qué tal un poema?

- ¿Un poema? Naaaa… como que no estoy muy inspirado… mejor otra cosa.

- Mmmmm… -murmuró mi voz, pensativa, rascándose mi cabeza - ¿qué es lo que escribes mejor?

- Sepa la bola. Yo simplemente escribo lo que se me ocurre en el momento. Pero, espera… sí, eso es… ¿qué tal si escribo un post donde relate una conversación contigo, mi voz interior?

- ¡¡Prrfffff!! ¡Vaya idea absurda! ¿Tan falto de imaginación estás? Pero bueno… supongo que a final de cuentas eso es mejor que nada. Dale. Empieza.

- Ok. Empezaré describiendo lo que estaba haciendo antes de que me hablaras: “Aquella tarde me encontraba ante la pantalla de mi PC, muy concentrado e interesado en una página especializada en finanzas y noticias internacionales, cuando de repente…”

- Mmmmmm… - murmuró nuevamente mi voz, que al parecer no sabía murmurar de otra manera, y, tras unos instantes, me habló de nueva cuenta -. A ver, déjame ver lo que llevas hasta ahora . Haz la pinche cabeza pa’ un lado, que no me dejas leer bien… ahora minimiza la ventana del editor… gracias. ¡¡Oye!! ¡¿Qué pinche clase de página financiera estás viendo?! ¿Tan mal les fue en la Bolsa a esas señoritas que ni para ropa les alcanza?

- ¡Ejem, ejem!... Jejeje…¡Ooops! ¿De dónde habrá salido esa página? En mi vida había entrado ahí… a lo mejor ya me cayó un virus. Porque yo estaba viendo la otra…

- Sí, cómo no…”página de finanzas”… ¿a quién quieres engañar, cabrón? Con razón no escribes nada nuevo… y te diría que cerraras esa ventana ahora mismo, si no fuera por la pelirroja imponente ésa de ahí.

- ¿Cuál pelirroja?

- Ésa, güey… la que está junto al cabrón ése, que más que negro está azul marino el desgraciado.

- ¡Uy, sí, es cierto! ¿Y ya viste a la güerota de ojos verdes de allá?

- Jejeje… sí, precisamente en ésa me estaba fijando… madre mía, qué par tan grande de…¡pero bueno, ya basta! ¡Nos estamos desviando del tema! ¡Cierra esa pinche página ahora mismo y concéntrate en darle al teclado!

- Sí, disculpa… ya la cierro…

- ¡¡Pérate, pérate!! ¡Antes de cerrarla guárdala en la carpeta de “Favoritos”, no seas güey! Digo… para más tardecito…

- Sí, ¿verdad? Bien pensado… listo.

- Ahora sí, a ver si ya te dejas de idioteces y puedes escribir tres palabras aunque sea.

- Ya, ya, tranquilo. ¿En qué iba?

- En que estabas leyendo una página de “finanzas y noticias internacionales”… jejejeje… cabrón hipócrita.

- Bueno, ya corta eso, ¿sí?

- ¿A quién quieres engañar con eso de “página de finanzas y noticias internacionales”? Porque a mí no me engañas ni por un segundo, batito. ¿O acaso crees que tienes una imagen qué cuidar ante el mundo? Jejeje…

- Por supuesto que tengo una imagen qué cuidar. Mi blog es apto para toda la familia. Además, no creo que sea del interés de nadie el saber ese tipo de detalles sin importancia.

- Pues a mí me parece que en todo caso sería más interesante eso que la babosada que seguramente vas a escribir.

- ¿Sabías que eres peor que la tos con diarrea cuando te lo propones? Si sigues molestando, no te voy a incluir en el post, ¿eh? Estás advertido.

- Uy, qué delicado.

- No es que sea delicado, pero tú fuiste quien me interrumpió para que escribiera algo nuevo, y no has hecho otra cosa más que criticarme y burlarte de mí.

- Yo sólo quiero ayudarte…

- Pues no lo estás haciendo. En vez de eso, me estás llenando el zapato de piedritas. A veces me pregunto cómo haces para ser tan insoportable.

- Ha de ser porque yo soy tú…¿ya se te olvidó ese pequeñísimo detalle?

- Tal vez tengas razón, pero tú te pasas… ¿sabes en qué estaba pensando? ¿Recuerdas el post de “La Voz”?

- Sí, lo recuerdo. Originalmente estaba en otro blog, el año pasado, y luego lo pusiste en éste, ¿por qué?

- ¿Recuerdas qué fue lo que le pasó a La Voz cuando le colmó la paciencia al protagonista?

- (¡Gulp!) Sí… sí me acuerdo, jejeje… no creerás que estaba hablando en serio cuando te dije todo lo que te dije, ¿verdad? ¡Sólo estaba bromeando!

- Sólo te digo que te salva el que no tenga yo una puta pistola cerca, que si no… -apuré lo que quedaba de mi cerveza y respiré hondo, cansado y harto de discutir -. Creo que mejor dejo esto para otro día… me siento algo cansado y mareado. Como que la cerveza no me cayó muy bien…

- Sí, es lo mejor. Yo también me voy a retirar un rato a descansar, pero antes me daré una vuelta por tu mente. Voy a buscar los archivos de “finanzas”, a ver qué me encuentro… de seguro ha de ser interesante, jejeje.

- Anda, pues, haz lo que quieras. Oye, ¿puedo preguntarte algo?

- Dime.

- ¿Crees que sea normal el que yo te esté escuchando a tí, mi voz interior? ¿Seré un caso excepcional?

- Naaaa… la gente escucha todo el tiempo a su voz interior. De ahí viene su impulso de hacer cualquier cosa que haga. Hay quienes incluso hablan mirándose al espejo para sentirse menos bobos.

- Sí, es verdad. Menos mal. Ya me estaba preocupando.

- Aunque…

- Aunque, ¿qué?

- Una cosa es escucharla, y otra muy diferente es pelearse con ella, como acabas de hacer tú. Se me hace que debes cambiar de marca de cerveza. Esa chafa de a peso el puño que estás tomando debe estarte afectando.

- Tal vez tengas razón… ya sólo me tomaré una y descansaré un rato. Mañana voy a escribir todo esto que conversamos para convertirlo en un post.

- Ok… bueno, nos vemos luego. Sólo quiero decirte algo antes de irme…

- ¿Qué cosa?

- ¡¡¡Tu post es una mierda!!! – y la muy infeliz desapareció apresuradamente en mi interior.

Desgraciada…

No importa…ya saldrá de nuevo.

Miré de nuevo la pantalla de la PC.

Me encogí de hombros, abrí otra cerveza y busqué la carpeta de “Favoritos”.

2 comentarios:

Mabel G. dijo...

Gerardo......... tu imaginacion es desbordante !!
Pero sabes que yo discuto mucho con mi voz interior ? Lo hice toda la vida, desde que era chiquita.... jajaja... Asi que no te asustes que no eres el unico "rayado" como decimos en la Argentina...
Muy bueno el "Post", muy ingenioso...!!! Me gusto muchisimo y ademas con mucho sentido del humor. (sabes que tu otro yo se le parece bastante a Cantinflas?)

(no me "andan" los acentos, estoy esperando al informatico.) Un abrazo amigo !

Jerry2 dijo...

Qué gusto tenerte por mi blog, Mabel, y qué bueno que te hayas entretenido un poco con este pequeño texto, a todas luces nacido de un rato de ocio, jejejeje...

Mi voz interior puede ser realmente insoportable. De hecho, es mi peor crítico. Se podría decir que éste relato es la versión bobalicona del texto "La Voz" (lástima que yo no puedo matar a esa vocecilla tan enfadosa, jajajaja).

No te preocupes por los acentos. A alguien que escribe como vos se le perdona eso y más.

Un abrazo!!!